El pasado 14 de febrero, la Plaza Vieja de La Habana, se convirtió en un gran escenario donde celebrar un día especial. Enamorados y amigos, en fin, gente con ganas de disfrutar y amar, acudieron a una multitudinaria cena que contó con la actuación de Ivette Cepeda y el grupo Reflexión.
La plaza, engalanada con elegancia y colorido, dio paso a una degustación cercana a lo exquisito, que fue culminada con el postre que todos esperaban: la voz de Ivette Cepeda. La lluvia intentó eclipsar el espectáculo, pero quedó en una simple telonera.
Fotos: Guillermo Torres
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