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jueves, 9 de octubre de 2014

Concierto en Miami, Crónica desde La Habana XIV

(Para los que -aparentemente- no estuvimos)

Hoy voy a atreverme a hablar sobre algo que ocurrió y donde físicamente no estuve. Lo haré sin temor, voy con la verdad y con la leyenda.
Parafraseando a muchas personas que sí estaban, trataré de contarles un poquito del Concierto de Ivette Cepeda del 27 de septiembre en el Miami Dade County Auditorium... muchos desean saber cómo fue y yo se lo narraré según lo poco que me han contado y lo mucho que he imaginado.Para ello me inspiré en una amiga que me escribió, y que cito textualmente:

"Maru, ¿si te digo que te vi por el teatro me lo crees? De alguna manera tú estabas allí, de verdad, lo sentía... no creas que esto me ocurre con frecuencia ni que lo digo por halagarte, de verdad".

Como yo sentí lo mismo, allá va eso. Aclaro, cualquier semejanza es pura coincidencia...


IVETTE CEPEDA TRIUNFA EN MIAMI


El telón abrió con ese inigualable guaguancó de Roly Rivero, Alcé mi voz, que se hizo presente toda la noche. La magia de Ivette no faltó ni un segundo durante tan maravilloso concierto. Estuvo genial, así se puede resumir el trabajo de Ivette y Reflexión. Cantó temas de su nuevo disco "País" y otras ya conocidas canciones que no podían faltar. Esta vez la sentí mejor, más segura en su visita a Miami, y con un fantástico dominio de su voz y del escenario. Se batió en magistrales dúos con Malena Burke, Aymée Nuviola y Albita Rodríguez. Me encantó que hablara sobre sus patrones musicales y recordó a cantantes y compositores de ambas orillas, lo que mereció una gran ovación.

En mi criterio, lo más relevante de una noche llena de altos momentos fue la interpretación de Perdóname conciencia, tema que ya había cantado en este teatro, pero que esa noche se salió de lo habitual. Fue excelente, el público dio muestra de ello cuando se levantó y aplaudió a rabiar... los bravo!!! se sucedían uno tras otro. Como ya dije, fue excelente. Cantó Conga de diario y una canción de Sabina. Te perdono, de Noel Nicola, El sol no da de beber, de Silvio, Tal vez, de Formell... para mí esta vez fue superior a la anterior en el Miami Dade County Auditorium.

La Cepeda brilló en todo su esplendor, y me parecía estar en un teatro habanero, como estar en casa. Las cantantes invitadas estuvieron -como siempre- a la altura de la ocasión. Yo grité ¡Bravo Cepeda! y ella dijo: "esa voz yo la conozco..." La aplaudieron, le pidieron otra y aquello se fue abajo de aplausos. Con Nuviola llegó a los corazones y los hizo temblar, y con Malena fue algo especial, interpretaron Elena querida, de Marta Valdés... creo que aún los aplausos retumban en el teatro.
De mis recuerdos, mi pamparaparampapan fue un hermoso trío con Malena y Aymée... ¡Ay mi madre... como hubiese bailado yo en ese Miami! Pararon al público, lo que era de esperar con tan grandes invitadas.

Silencio absoluto, está cantando Diario, de Mike Porcel... la canción lo es todo. Cosas del corazón, de Larramendi, un tema lleno de amor y con unos arreglos espectaculares abrió el segundo tiempo. Siguió una maravillosa Luna de papel, y entonces, llegó el turno de Albita, que dijo:

"Para mí es un honor compartir escenario con alguien que defiende y mantiene viva una parte tan hermosa de nuestra cultura, con alguien elegante, bella, decente y una excelente cantante".

 


Ivette, feliz, nerviosa al cantar por primera vez una canción de Albita... y surge la idea de poder cantarla juntas, algún día, en La Habana... ¡Ay que ricooo! Abrazadas comienzan a cantar Si no fuera por ti, y yo diría, si no fuera por las GRANDES, como ellas, que triste sería la vida. Luego el tema Esta caída, de Karel, que movió hasta las butacas. Continuó con País, inmenso, y con La conga de diario y Una ventana entre dos.

Sabina, si la oyeras cantar tus canciones como le compondrías cosas... él hace canciones grandes y ella las pone inmensas. Así continuó la noche, con otros temas de su habitual repertorio, hasta cerrar un gran concierto -que nadie quería que acabase- con El canto me despeja, maravilloso.

Hoy, cuando disfruto de esta memoria compartida, creo que si vuelve otra vez a este auditorio, más y más gente irá a escucharla, porque la voz se corre y su VOZ habló el 27... sumando su encanto y su carisma. Como muchos esperaban, se convirtió en EMBAJADORA DE LA MÚSICA CUBANA.


 
 
 
Después del después, y antes de cerrar cortinas, transcurrió un instante inolvidable con Tú eres la música..., momento en que con mucho amor Ivette bajó a platea por segunda vez y se mezcló entre el público, ese público que ya la adora, que ya la siente suya. Se acercó a Rosa Fornés -presencia excepcional- quien en emotivas palabras expresó: "Que dios te bendiga, eres un encanto mi cielo, un orgullo de Cuba, eres maravillosa".

Y es que tú, Ivette Cepeda, no te pareces tanto a la felicidad... TÚ ERES LA FELICIDAD.

Maruja les quiere desde La Habana.